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Plan de cyberseguridad

Suele decirse que los empleados son el “eslabón débil” del plan de ciberseguridad de tu empresa. ¿Qué pasaría si esto fuera diferente y en realidad son una fuerte defensa contra los ataques cibernéticos? Siga leyendo para saber cómo ayudar a sus trabajadores a reconocer y prevenir un ataque cibernético y convertirse en defensores de la seguridad de su empresa.

La Capacitación Comienza Pero No Termina en la incorporación

La capacitación es común cuando se incorporan nuevos empleados, pero también debe ser constante y frecuente. Los empleados deben saber cómo reconocer un correo electrónico de “phishing”, una forma común en que el “malware” puede ingresar a su red informática. Los malos actores envían correos electrónicos que parecen ser legítimos para obtener información confidencial. Las claves para un correo electrónico de “phishing” son una llamada a la acción urgente y emocional, remitentes desconocidos y errores de gramática y ortografía. Sus trabajadores no solo necesitan reconocer actividades sospechosas, sino también cómo informar e incluso escalar el asunto. Los trabajadores también deben recordar las mejores prácticas para la gestión de contraseñas. Toda la capacitación en seguridad cibernética debe ser frecuente y consistente para reforzar las lecciones y prácticas aprendidas y hacerlas automáticas. Por lo tanto, sus empleados pueden convertirse en "riesgo mínimo", poseyendo un sentido de comportamientos seguros e inseguros y sabiendo qué hacer cuando algo sucede. Dado que los empleados trabajan de forma remota, las opciones de ciberseguridad en línea brindan una forma económica y eficiente de capacitarse en este tema. Muchas plataformas de capacitación en línea ofrecen simulación de “phishing” para garantizar que se logren los objetivos de aprendizaje.

Mejores prácticas en la gestión de contraseñas

Hablemos de contraseñas. ¿Saben sus empleados lo que constituye una buena contraseña? Según Google, una contraseña segura puede ayudar a proteger su cuenta, información personal y contenido como el correo electrónico y otras aplicaciones. Las mejores prácticas para contraseñas seguras incluyen elegir una combinación única, nunca utilizada anteriormente, de letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos. Las contraseñas deben protegerse, no compartirse con nadie más y administrarse, tal vez utilizando una herramienta de contraseñas. Las contraseñas deben cambiarse regularmente, cada tres meses. El mismo intervalo es bueno para iniciar sesión en el sistema y aplicaciones como el marketing por correo electrónico y la gestión de relaciones con los clientes.

Mantener su red, sus datos y aplicaciones a salvo de ataques es un esfuerzo de toda la empresa. Adiestrados correctamente, sus empleados pueden convertirse en su mejor defensa, en lugar de un eslabón débil. Para obtener más ayuda, contáctenos hoy.

Edgar Rosado

Edgar Rosado / About Author

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